lunes, 14 de abril de 2008

1812-1820

Perido de Relativa Colonia y Recuperación del Poder por parte de los Realistas.

El comisionado logró la creación de una Junta Superior de Gobierno que, aunque teóricamente subordinada al Consejo de Regencia y presidida por Ruiz de Castilla, era en realidad una reencarnación de la Junta anterior, sólo que ya sin la ingenuidad política que había caracterizado a los revolucionarios de 1809.

La Junta formó un ejército que salió a combatir a los realistas. Carlos Montúfar se dirigió al sur, derrotó a Arredondo en Alausí y estuvo a punto de tomarse Cuenca. Su tío, Pedro Montúfar, avanzó hacia el norte y llegó en triunfo hasta Popayán. Otro pequeño contingente, al mando del inglés William B. Stevenson, logró controlar Esmeraldas.

Mientras tanto, el movimiento se fue radicalizando hacia dos ideas que hoy nos parecen obvias, pero que en aquellos días despertaban desconfianza y temor: la independencia de España y la adopción de un sistema republicano de gobierno. Como signos de esa radicalización podemos citar la adopción de una bandera roja con aspa (cruz en forma de "X") blanca, la creciente participación popular, la renuncia de Ruiz de Castilla a la presidencia de la Junta (octubre 11, 1811), cargo que asumió el obispo Cuero y Caicedo y, sobre todo, la convocatoria de un congreso constituyente que declaró la independencia de España (diciembre 11, 1811) y promulgó la primer constitución "ecuatoriana" los "Artículos del Pacto Solemne de Sociedad y Unión entre Provincias que forman el Estado de Quito" (febrero 15, 1812).
La radicalización de los patriotas significó también su división en dos grupos antagónicos: los montufaristas o moderados, que aceptaban la independencia de España pero seguían siendo monárquicos y fieles a Fernando VII, y los sanchistas (pues su líder era Jacinto Sánchez de Orellana, marqués de Villa Orellana) o radicales, que exigían la total independencia de España y de sus reyes y propugnaban un sistema republicano de gobierno.

La oposición entre sanchistas y montufaristas impidió la continuación de los éxitos militares de los patriotas y señaló el comienzo del fin de su causa. Además, el avance de las fuerzas realistas desde el sur, bajo el comando del mariscal del campo Toribio Montes, resultó incontenible, pese a los esfuerzos de los insurgentes. Hubo numerosos combates que favorecieron a uno u otro bando, pero finalmente Montes entró a Quito (noviembre 8, 1812),

La ciudad estaba desierta. El obispo ­ presidente, los nobles, el pueblo, lo que quedaba del ejército, habían huido hacia Imbabura. Allá los alcanzó el coronel Juan Sámano, subordinado de Montes, quien finalmente deshizo lo que quedaba de las fuerzas patriotas, incluyendo su ejército del norte, que también había ido retrocediendo desde el sur de la actual Colombia hasta Ibarra. Unos pocos de los líderes patriotas lograron escapar, pero la mayoría fueron apresados y varios de ellos murieron fusilados. Era el fin de la Revolución Quiteña.

Resumen:


  • el virrey de Perú desconoció a la Segunda Junta de Gobierno aún cuando se encontraba avalada por el Comisionado Regio.
  • Envió sus tropas al mando del General Toribio Montes (presidente de la Audiencia) para controlar la situación.
  • Al entrar las tropas a Quito, los miembros de la junta huyen hacia el Norte, pero fueron alcanzados por las tropas;
  • los Realistas son masacrados cerca del Lago de Yahuarcocha.
  • ESTE ES EL FIN DE LA REVOLUCIÓN QUITEÑA: porque España vuelve a tomar el poder.


lunes, 7 de abril de 2008

La Primera Constitución



el 04 de diciembre de 1811



  • se da la formación del Congreso Soberano de Quito.


  • se define la naturaleza y los objetivos del "Nuevo Gobierno"


  • Se declaró la Independencia de España (12 de diciembre de 1811)


  • se promulgó la Constitución: "Artículos del Pacto Solemne de Sociedad y Unión entre las Provincias que forman el Estado de Quito"(15 de febrero de 1812)


  • el Estado de Quito se ocupa de tomar las decisiones, supone la fragmentación de la junta; en la cual hay 2 tipos:



  1. Moderados: se basan en la fidelidad a Fernando VII.


  2. Radicales: se oponen a todo lo que significaba para España. Era un sistema "Republicano"

ANEXOS:


Para leer la primera Constitución: "Artículos del Pacto Solemne de Sociedad y Unión entre las Provincias que forman el Estado de Quito" haz click aqui:


http://www.acuerdopais.com/constituciones/1812-quitena.pdf







LA JUNTA SOBERANA



El comisionado logró la creación de una Junta Superior de Gobierno que, aunque teóricamente subordinada al Consejo de Regencia y presidida por Ruiz de Castilla, era en realidad una reencarnación de la Junta anterior, sólo que ya sin la ingenuidad política que había caracterizado a los revolucionarios de 1809. La Junta formó un ejército que salió a combatir a los realistas. Carlos Montúfar se dirigió al sur, derrotó a Arredondo en Alausí y estuvo a punto de tomarse Cuenca. Su tío, Pedro Montúfar, avanzó hacia el norte y llegó en triunfo hasta Popayán. Otro pequeño contingente, al mando del inglés William B. Stevenson, logró controlar Esmeraldas. Mientras tanto, el movimiento se fue radicalizando hacia dos ideas que hoy nos parecen obvias, pero que en aquellos días despertaban desconfianza y temor: la independencia de España y la adopción de un sistema republicano de gobierno. Como signos de esa radicalización podemos citar la adopción de una bandera roja con aspa (cruz en forma de "X") blanca, la creciente participación popular, la renuncia de Ruiz de Castilla a la presidencia de la Junta (octubre 11, 1811), cargo que asumió el obispo Cuero y Caicedo y, sobre todo, la convocatoria de un congreso constituyente que declaró la independencia de España (diciembre 11, 1811) y promulgó la primer constitución "ecuatoriana" los "Artículos del Pacto Solemne de Sociedad y Unión entre Provincias que forman el Estado de Quito" (febrero 15, 1812). La radicalización de los patriotas significó también su división en dos grupos antagónicos: los montufaristas o moderados, que aceptaban la independencia de España pero seguían siendo monárquicos y fieles a Fernando VII, y los sanchistas (pues su líder era Jacinto Sánchez de Orellana, marqués de Villa Orellana) o radicales, que exigían la total independencia de España y de sus reyes y propugnaban un sistema republicano de gobierno. La oposición entre sanchistas y montufaristas impidió la continuación de los éxitos militares de los patriotas y señaló el comienzo del fin de su causa. Además, el avance de las fuerzas realistas desde el sur, bajo el comando del mariscal del campo Toribio Montes, resultó incontenible, pese a los esfuerzos de los insurgentes. Hubo numerosos combates que favorecieron a uno u otro bando, pero finalmente Montes entró a Quito (noviembre 8, 1812), La ciudad estaba desierta. El obispo ­ presidente, los nobles, el pueblo, lo que quedaba del ejército, habían huido hacia Imbabura. Allá los alcanzó el coronel Juan Sámano, subordinado de Montes, quien finalmente deshizo lo que quedaba de las fuerzas patriotas, incluyendo su ejército del norte, que también había ido retrocediendo desde el sur de la actual Colombia hasta Ibarra. Unos pocos de los líderes patriotas lograron escapar, pero la mayoría fueron apresados y varios de ellos murieron fusilados. Era el fin de la Revolución Quiteña.



viernes, 4 de abril de 2008

LA INDEPENDENCIA



  • Causas que motivaron a la Independencia:

internas:



  • crisis de 1700 afecta el equilibrio de poder establecido entre: a) Estado colonial, b) Representantes de los intereses de la Metrópili. c) Grupos locales

  • La consolidación de el Sistema de Hacendario

  • La pérdida de influencia de la Burocracia Estatal en la vida económica.

Anexos: La Independencia


El diez de agosto de 1809 La causa inmediata de la independencia hispanoamericana, fue la crisis de la monarquía española, provocada a su vez por la invasión de Napoleón a España (1808). Apenas las noticias de esos acontecimientos fueron llegando a sus oídos, las clases dirigentes quiteñas comenzaron a analizar las diversas y confusas implicaciones de los acontecimientos de España y decidieron que había llegado el momento de tomar el poder en sus propias manos, antes de que Lima o Bogotá tratasen de imponer sus propios intereses. Así comenzó la Revolución Quiteña. Después de algunos titubeos iniciales, la conspiración estalló el 10 de Agosto de 1809. En la noche del 9 se reunieron en casa de doña Manuela Cañizares algunos patriotas, intelectuales y miembros de las familiares más destacadas de Quito, y decidieron deponer a las autoridades y en su lugar formar una Junta Suprema. Consiguieron sin dificultad el apoyo de las tropas locales y tomaron presos a los miembros del gobierno En síntesis, el golpe cogió desprevenidos a las autoridades y triunfó sin oposición. Pero el fácil triunfo no logró ocultar algunas carencias de la revolución, que en el breve lapso de menos de tres meses habrían de causar un fracaso: la falta de apoyo popular, de líderes adecuados y de apoyo de las demás provincias de la Presidencia. En efecto, si bien el pueblo de Quito no se opuso al golpe del 10 de Agosto e incluso participó con alegría en los primeros actos públicos del nuevo gobierno, no sentía como propia la causa de los insurgentes, ni estaba dispuesto a arriesgarse demasiado para ella. De la misma manera, los dirigentes del movimiento de agosto, lejos de ser revolucionarios convencidos, eran conservadores por nacimiento, vocación y convicción. Con algunas excepciones, eran sinceramente realistas y ambiguas. Se atrevieron a dar el golpe ante el peligro de que la prisión de los reyes legítimos culminara en una independencia de facto, por la disolución del imperio. En esa posibilidad, consideraban necesario que Quito se adelantara a organizar su propio espacio, de acuerdo a sus propios intereses. Pero eso no significaba que estuvieran dispuestos a tomar decisiones radicales, como el triunfo de la revolución hubiera exigido. Por último, la revolución no contó con el apoyo de las demás provincias. Hubo algunos intentos de respaldarla en Cuenca y Guayaquil, que no tuvieron ningún resultado concreto y que no fueron más que excepciones dentro del rechazo generalizado al movimiento quiteño por parte de las otras regiones de la Audiencia. Guayaquil, Cuenca y Popayán no podían sentir que la Revolución Quiteña las representaba porque ni había sido consultadas por ella ni sus intereses habían sido tomados en cuenta por los patriotas de Quito. Por el contrario, era revolución promovía los intereses de las clases dominantes de la Sierra central, que no siempre coincidían con los de las otras provincias. No les fue muy difícil, pues, a las autoridades provinciales organizar cuerpos de tropas para someter a los insurrectos quiteños, que se sumaron a los que enviaron los virreinatos. Las fuerzas de Quito fueron derrotadas tanto en el norte como en el sur, en pequeños combates que fueron suficientes para que los soldados desertaron o se pasaron al bando realista y el ejército patriota se deshiciera. Los líderes revolucionarios, dándose cuenta de la realidad, capitularon sin siquiera intentar en serio la defensa armada del movimiento. Juan Pío Montúfar, marqués de Selva Alegre, renunció a la Presidencia de la Junta el 12 de octubre en favor de Juan José Guerrero y Mateu, conde de Selva Florida, criollo realista que sirvió de intermediario con Ruiz de Castilla. Las negociaciones con éste no fueron muy largas y el 24 del mismo mes se acordó mantener la Junta, pero subordinada a la de Castilla, quien no tomará represalias. El anciano funcionario asumió de nuevo el mando el 29 de octubre y al principio cumplió lo pactado. Pero cuando llegaron a Quito las tropas enviadas por el virrey de Lima y comandas por el teniente coronel Manuel Arredondo, disolvió la Junta y restableció el gobierno anterior. El primer acto del drama había concluido